Puntos digitales de Esquel: Un ejemplo de política de Estado

La gestión municipal hacia los barrios de la ciudad ha recibido innumerables críticas por sus carencias y desconexión con la realidad de muchos vecinos. Sin embargo, el respaldo al Punto Digital que ya existía y la creación de uno nuevo, es, sin dudas, un acierto de inserción social en Esquel, además de las capacitaciones, cursos, talleres y actividades de diferente índole que se realizan en ambos lugares.

En este sentido -tal como lo afirmó el intendente local, cuando en septiembre se inauguró el segundo Punto Digital en Esquel- se trata de una política de Estado y como tal, ha trascendido gobiernos.

En el caso de nuestra ciudad -fue de las primeras en adherir a esta iniciativa y abrir una segunda opción en otro sector- es un acierto que invita a pensar si queremos una ciudad inclusiva y en qué está dispuesto a invertir el gobierno para llegar a mas vecinos con beneficios o propuestas que pueden transformar el día a día de una familia y de un barrio.

Si nos referimos únicamente a la tecnología y las bases para ampliar esta iniciativa o para el desarrollo de diferentes emprendimientos o acciones diversas ya sean públicas o privadas, surge -entre los temas comprometidos y necesarios, aun por definir- la instalación de fibra óptica, lo cual está entre los ejes planteados por el próximo gobierno y no resuelto en este tiempo.

También, para cumplir con el compromiso de la nueva gestión -a partir de diciembre- de ser el nexo que necesitan los jóvenes para insertarse en el mercado laboral, iniciativas como las del Punto Digital o concernientes a la investigación y desarrollo, serian un importante soporte para este objetivo.
Por supuesto, no hay que olvidar la arista de estos espacios enmarcada en el rol social hacia las familias, donde los puntos digitales funcionan como lugares de contención para niños y niñas brindándole alternativas educativas y culturales.

Todo ello es o será posible primero porque el Estado, como en este caso, supo invertir adecuadamente los recursos, pero, además, porque el personal que -al menos en Esquel- trabaja en estos lugares, lo hace con las ganas de brindar un buen servicio. Parecen acciones obvias, pero no lo son tanto.
Los puntos digitales como iniciativa inclusiva con permanencia en el tiempo, crecimiento y aceptación social son un ejemplo de una política beneficiosa, que el Estado sabe cómo implementar cuando lo considera pertinente. 

Seria auspicioso seguir implementando políticas de este tipo. Para una familia, para miles de vecinos.