2024 el año de la vida: Argentina y su encrucijada sobre la Ley del Aborto Legal

El año 2024 en Argentina se perfila como un momento histórico, marcado por la declaración presidencial del "Año de la Defensa de la Vida, de la Libertad y de la Propiedad". Este decreto, más que una mera formalidad, es un llamado a reflexionar profundamente sobre los valores fundamentales que nuestra Constitución Nacional ha sostenido y ampliado desde su reforma en 1994. En este contexto, se vislumbra también un debate crucial sobre la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), poniendo en tela de juicio su consonancia con los principios constitucionales de Argentina.

La Constitución argentina, desde 1853 y reforzada con la reforma de 1994, se erige no solo como la estructura organizativa del Gobierno y del Estado, sino también como una carta de derechos humanos. Entre estos, resaltan de manera preeminente la vida, la libertad y la propiedad. La inclusión del artículo 14.bis en 1957, reconociendo los derechos sociales, amplió aún más esta visión.

El derecho a la vida se presenta como el pilar fundamental sobre el cual se asientan todos los demás derechos. Es el derecho de todo ser humano a existir, a partir del cual se derivan los derechos a una vida digna y demás libertades consagradas en nuestra Carta Magna. En este sentido, el debate sobre la IVE trasciende las discusiones jurídicas para adentrarse en el terreno de los derechos humanos fundamentales.

En Argentina, las estadísticas sobre la práctica del aborto revelan una realidad inquietante. Según datos de las autoridades de salud, se estima que alrededor de 100.000 vidas son interrumpidas anualmente debido a la actual ley de IVE. Este dato no solo pone de manifiesto un problema de salud pública sino también un desafío ético y legal de gran envergadura.

El reconocimiento científico y constitucional de la vida humana desde la concepción establece un marco legal claro, que se ve desafiado por la práctica actual del aborto. La ley 23.849 y la Convención Americana sobre Derechos Humanos son ejemplos de normativas que refuerzan este principio.

El anuncio del Año de Defensa de la Vida, junto con la conmemoración del Día del Niño Por Nacer el próximo 25 de marzo, subraya la importancia de este debate en la sociedad argentina. La derogación de la ley 27.610, vista por muchos como contraria a los principios de humanidad y justicia, se presenta como un paso esperanzador hacia la reafirmación de los derechos fundamentales en nuestro país.

En este 2024, Argentina enfrenta una encrucijada crucial. La decisión sobre la continuidad o derogación de la ley de IVE no es solo un asunto legal, sino un reflejo de nuestros valores como sociedad y de nuestro compromiso con la defensa de la vida, la libertad y la propiedad. Es un momento para que los argentinos reflexionemos y actuemos en concordancia con los principios que nuestra Constitución ha defendido y ampliado a lo largo de la historia.