Viajando por el mundo en dos ruedas: Las aventuras ciclo turísticas de Miguel Urrutia

Por Emir Henriquez

Miguel Urrutia es un vecino jubilado de la ciudad de Esquel y es conocido por realizar numerosas actividades recreativas al aire libre, entre ellas, el cicloturismo. 

Su interés por el cicloturismo nació a partir de la "relación viva y constante con la naturaleza". Desde un primer momento, Miguel realizaba deportes al aire libre en distintos lugares junto con su amigo, Federico Mateos, y les surgió la idea de comprar bicicletas montabike con el fin de participar de carreras de Triatlón, de modo que, en 2017 iniciaron su camino hacia esta actividad recreativa. 

El primer viaje que hicieron en bicicleta fue de Futaleufú a Coyaique (Chile). "Ese fue el punta pie inicial de esta tremenda actividad", expresó a Red43 y agregó: "hemos hecho cuatro salidas a Chile, en el 2018 la vuelta al lago Llanquihue, Cochamo, Ensenada".

Miguel destacó que también han hecho recorridos junto con Mariano Ríos, Gabriel Tabares, Gastón Ceballos. "Después fueron surgiendo proyectos con distintas personas. Arrancamos con quien estaba decidido a probar esta nueva manera de hacer turismo", dijo. 

"El contacto con la naturaleza constante con los distintos olores, sonidos (fauna, ríos, cascadas) ha sido maravilloso".

 

A mediados de 2022, afrontaron un desafío más grande realizando una travesía desde Jean Pied de Port (Francia) hacía Santiago de Compostela (España), siendo un viaje de 13 días que les permitió conocer otros lugares, nuevas personas y culturas que fueron colmando sus conocimientos.

"El cicloturismo fue una cosa que nos ha llevado a generar constantemente nuevos proyectos, salidas, y conocer nuevos lugares".

 

Más adelante, en agosto de 2023 Miguel se sumó al proyecto de cicloturismo de Eduardo Soto, realizando una travesía desde Jujuy hasta Esquel durante tres meses.

Durante la entrevista, resaltó que siempre contó con el apoyo de su familia y amigos en sus proyectos e ideas de cicloturismo. Sin embargo, recordó una particularidad en el último viaje que hicieron: "se dio algo particular que tenía que ver con aquellos acontecimientos que hubo en la capital jujeña hace meses atrás. Más de un conocido nos planteaba que en Jujuy está complicada la situación, pero nosotros ya teníamos los pasajes sacados, decididos a hacer ese viaje y que sea lo que tenga que ser".

En relación a esto, relató: "vivenciamos una situación diferente a la que los medios nos mostraban. La calidez de la gente fue maravillosa, nos interiorizamos de los problemas que vivenciaban, pero no fue impedimento para que podamos disfrutar de una manera sana del viaje que estábamos haciendo. Fue una experiencia maravillosa, nos tomábamos un pedacito de tiempo cada día que teníamos la posibilidad de subir alguna imagen de lo vivenciado en cuanto teníamos señal, y compartirlo con el entorno familiar y de amistades".

"Fue alentador y maravilloso porque mucha gente sentía que viajaba con nosotros en la bicicleta. Las palabras de aliento fueron increíbles", puntualizó.

Con respecto a los imprevistos que pueden surgir durante la travesía, consideró: "Fueron momentos de situaciones limites donde teníamos ponernos de acuerdo en ver cómo sorteábamos esos momentos. En Junín de los Andes tuvimos dos días de nieve que nos tuvimos que quedar a que pase el temporal y después salir nuevamente".

Teniendo en cuenta sus experiencias en el cicloturismo, hizo hincapié en los ciclo viajeros que se cruzó en las travesías y remarcó: "compartís trayectos de viaje con ellos y se genera suerte de hermandad, porque estamos todos con las mismas ilusiones de viajar, conocer. Compartimos determinados valores que tienen que ver con el amor por la naturaleza".

También se refirió al "gran aprendizaje de poder afrontar las distintas situaciones que tenes que vivir diariamente, el gran nivel de empatía que hay que tener, el poder aprender manejar las emociones en situaciones limites y, que después de sortearlas, te genera un grado de emoción increíble".

"Hay que tener un poquito de empatía si veo un ciclo viajero en la ruta, pasar lo más alejado posible o no pasar muy rápido. Entender que esa persona que viaja en dos ruedas también tiene a alguien que lo espera en otro lugar o tiene familia, o viaja de esa manera porque no tiene otra manera de viajar dado a las situaciones económicas que estamos viviendo. Si tienen la posibilidad de brindarle alojamiento, un almuerzo, cena, compartir mate, es maravilloso porque el ciclo viajero llega cargado de un gran bagaje de anécdotas que es bonito de compartir".

 

Para finalizar, Miguel le transmitió un mensaje a todas aquellas personas que deseen emprender el cicloturismo: "Hay que dejar de lado los miedos, prejuicios, creencias limitantes y avanzar en cualquier proyecto de la vida. Hay que largarse, ya sea en bicicleta, a dedo, y adentrarse a vivenciar cosas nuevas".

Agradezco la colaboración de Miguel Urrutia con el material fotográfico para la nota.